Tabaco en la UE: aún no muy caro en España, baratísimo en Bulgaria y un lujo en Francia e Irlanda

España es uno de los estancos de Europa y eso que el tabaco tampoco es barato en relación con otros lugares del mundo. Lo es, y mucho, si se compara con algunos países europeos. Que le pregunten a los fumadores franceses, que no dudan en cruzar la frontera en masa para comprar tabaco a menos de la mitad del precio de Francia.

El tabaco en nuestro país es más barato que en 13 de los 27 países de la Unión Europea, con un precio ponderado de 4,53 euros por cajetilla, impuestos especiales e IVA incluidos. El tabaco en sí no es en absoluto caro, lo que lo encarece son los impuestos que se le aplican, que la mayoría de los Estados incrementan paulatinamente por encima de lo que se exige legalmente, amparándose también en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que al menos el 75 % del precio del paquete corresponda a impuestos, como ya señalaba en 'La epidemia mundial de tabaquismo 2015'.

La UE establece un impuesto especial mínimo sobre el tabaco de 1,80 euros por paquete de 20 cigarrillos, más el 60% del precio medio ponderado de venta minorista de cada país, que además de los impuestos especiales, aplica su IVA. La teoría asegura que el principal objetivo de encarecer el tabaco con la imposición de más impuestos cada cierto tiempo es combatir el tabaquismo, pero la práctica no dice lo mismo y el tabaco sigue siendo un negocio muy rentable para todos los Estados.

Fumar un paquete al día en España sale por 135,9 euros/mes

Sí se ha dado en los últimos años una huida de los fumadores de cigarrillos hacia el tabaco de liar, que cunde más, pero no se ha traducido significativamente en menos consumidores. De hecho, la venta de cigarrillos creció en España en 2019 por primera vez en una década. Lo hizo un 0,5%, hasta alcanzar los 2.243 millones de cajetillas dispensadas, según el Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT). Cerca de 427 millones correspondieron a Cataluña, 361,3 millones a Andalucía y 282,9 a Madrid. La venta de cigarrillos generó ingresos por valor de 10.201 millones de euros en 2019, un 0,3% más que el ejercicio anterior.

En cuanto a impuestos especiales, más IVA, España (sin Canarias, Ceuta y Melilla) ocupa el puesto número 14 entre los 27 países de la UE (3,59 € por paquete), según reflejan los datos de la Comisión Europea, Taxes in Europe Database, recogidos por Tax Foundation. Lo cual se traduce en que cada cajetilla sale de media por esos 4,53 euros. Eso no impide que un paquete de la marca más consumida en España, Marlboro, tenga un precio superior: 5 euros por cajetilla. Un cigarrillo en España cuesta casi 23 céntimos. A un fumador que compre cada día un paquete, llenarse los pulmones de humo le sale cada mes por 135,9 euros.

Irlanda, un paquete por el infumable precio de 12,81 euros

Si fumar en España sale caro, en Irlanda es un lujo. Es la nación que más impuestos aplica de las 27 de la Unión Europea (9,60 €). El precio medio de una cajetilla en Irlanda es de 12,81 euros, lo cual supone que cada cigarrillo cueste 64 céntimos. Un irlandés que se fume una cajetilla diaria se gasta mensualmente 384,30 euros.

Mucho más barato lo tienen los búlgaros, que están en el extremo opuesto, aunque los salarios en Irlanda y Bulgaria también están a años luz. Aplicar menos impuestos que nadie en la UE (2,27 €) deja el precio del paquete a 2,77 euros de media en Bulgaria. Por eso buena parte de la producción acaba en otros países. Un cigarrillo no llega a 14 céntimos (64 en Irlanda, 50 céntimos más), y comprar un paquete cada día sale por 83,1 euros al mes (384,30 en Irlanda, 301,2 euros más).

Francia traduce tabaco más caro en más contrabando

Irlanda es líder en impuestos sobre el tabaco y en precios altos en Europa. Pero el segundo entre 27 es vecino de puerta de España y los estancos más cercanos a la frontera dan fe de ello. Se frotan las manos a diario. Francia ha ido incrementando los impuestos hasta aplicarlos ya por valor de 8,22 euros por paquete de 20 cigarrillos.

La cajetilla cuesta de media 9,70 euros, por 4,53 en España, más del doble. La diferencia es evidente y las consecuencias no pasan porque los franceses fumen menos, sino que se han convertido en los mayores consumidores de cigarrillos de contrabando del Continente. El porcentaje del consumo total de cigarrillos falsificados y de contrabando alcanzó en Francia el 23,1% en 2020, seguido por el 22,4% de Grecia y el 20,2% de Lituania.

No son los franceses los únicos que cruzan fronteras en busca de tabaco más barato. Los finlandeses son también dados a ello, aunque en menor medida que los galos. Finlandia es el tercer país más caro de la UE, con un precio por paquete es de 8,60 euros, y en su entorno abunda el tabaco barato. De hecho, es una excepción entre los países del Este de Europa, donde los precios son mucho más bajos que en la zona occidental. En todo caso, KPMG desvela que el año pasado, pese a la Covid, se consumieron en la Unión Europea 34.200 millones de cigarrillos falsificados y de contrabando, el 7,8% del consumo total, lo que supuso dejar de ingresar 8.500 millones de euros en concepto de ingresos fiscales.

6.880 millones de euros más para las arcas del Estado

Nuestro otro vecino de la UE, Portugal, tradicionalmente ha tenido precios unos céntimos por debajo de los de España. Otras veces han estado a la par e incluso han sido más caros en nuestro país, como ocurre actualmente. Ahora el paquete cuesta de media en Portugal 4,64 euros por 4,53 en España, que tiene otros vecinos, al margen de Francia y Portugal, donde el tabaco y el contrabando son muy protagonistas: Andorra y Gibraltar.

Esos impuestos especiales sobre el tabaco que encarecen su precio y varían sobremanera según el país se incrementarán en España un 5,5% en 2022 para sumar 6.880 millones de euros a las arcas del Estado. Al menos esa es la previsión del Gobierno de Pedro Sánchez en sus presupuestos: "Los precios de los cigarrillos subirán después de varios años estancados". Por su parte, el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Andrés Zamorano, justifica la medida, aunque el incremento previsto por el Gobierno le parece poco, y así lo señaló el pasado 20 de octubre en su cuenta de Twitter. No hizo amigos entre los fumadores: "Si no queremos seguir siendo el estanco de Europa, el precio tiene que ser igual a superior a Francia. Vienen autobuses de Francia a comprar tabaco. Menos mal que somos una península! Siento vergüenza como país, como @AZamoranoCNPT y como @CNPT_E".

Gibraltar importa a lo bestia y hay contrabando

Andorra es un destino tradicional para comprar tabaco dadas sus excepcionales condiciones fiscales, al margen de la UE, aunque en la práctica apenas se ahorra un euro por paquete y cada vez dejan sacar menos legalmente. Lo que sí sigue siendo una práctica habitual es el contrabando, que casi siempre se lleva a cabo cruzando la frontera por el monte en ambos sentidos. Gibraltar es otra cosa. La colonia británica importa tabaco en exceso, a sabiendas de que buena parte de él acabará llegando a España de manera ilegal.

La Unión Europea ha reprendido al Reino Unido en numerosas ocasiones por considerar que Gibraltar incumple sus obligaciones a la hora de combatir el contrabando. Pero nada ha cambiado ni tiene pinta de hacerlo ahora que están fuera de la UE.

En la comarca del Campo de Gibraltar, mientras tanto, con una tasa de desempleo superior al 40%, recurrir a sacar tabaco del Peñón de forma fraudulenta es muchas veces la única fuente de ingresos que encuentran algunas familias.

A pesar de que, debido al Brexit y a la Covid-19, que impedía el tránsito habitual de personas, Gibraltar redujo en 2020 sus importaciones terrestres de tabaco casi en un tercio, la Roca recibió 26,6 millones de cajetillas el año pasado, frente a 35 en 2019 y 70 en 2018, según datos de la Agencia Tributaria. Aunque en realidad, Gibraltar importa más, ya que faltarían los datos del tabaco que entra por vía marítima, del que las autoridades españolas no tienen constancia.

Lo cierto es que el 40% de los cigarrillos importados por Gibraltar terminan en Andalucía. Aunque la colonia haya reducido sus importaciones, los 26,6 millones de cajetillas llegados en 2020 supondrían que todos y cada uno de los cerca de 34.000 gibraltareños censados tendría que fumarse 2,14 paquetes al día para que se justificase la cantidad importada el año pasado. Y eso que la reducción ha sido drástica: en 2018, con 70 millones de paquetes importados, a cada gibraltareño le 'tocaba' fumarse 5,64 cajetillas diarias. Pero es que en 2012, con 139 millones de paquetes importados, cada censado en la colonia salía a 9 paquetes diarios: 180 cigarrillos.