Iris Cabezas: «Quiero ser mi propia jefa y trabajar en lo que me hace feliz»
KIKO DELGADO
Además, otra de las señas de identidad de los artículos de Eme Blau son las historias que esconden atrás. «Para mí la bisutería es una forma de expresarme», resume Iris, que siempre bautiza sus piezas con un nombre que guarda algún significado. Por ejemplo, los pendientes «Moni» —unos aros con un burrito— los diseñó en homenaje a un asno del mismo nombre adoptado por un refugio de animales al que ella quiso destinar todos los beneficios. Y el diseño del modelo «Chemical», unos aros con una máscara de gas, fue su forma de celebrar que los miembros de su grupo preferido, My Chemical Romance, se volviesen a reunir después de permanecer diez años separados. Ahora tiene en mente diseñar algo en recuerdo de su perro Kenzi. «Fue mi compañero peludo durante quince años y siento que siempre estará conmigo».
Con Dávana
Iris estudió Laboratorio de Imagen en el instituto Saturnino Montojo, después trabajó llevando la web y las redes sociales de una tienda de moda de A Coruña, y de allí dio el salto a Dávana, la marca de prendas y complementos hechos a mano que fundó su entonces pareja, Carlos Romero, y los padres de él, Eugenia Quintana y Jesús Romero. Ahora Iris y Carlos ya no están juntos, pero la amistad se mantiene. «Somos como una familia, seguimos yendo juntos a las ferias y colaboramos mucho», comenta la artesana con cariño hacia los Romero Quintana.
Desligada ya de Dávana, ahora confía en abrirse camino con Eme Blau, un nombre cuyo origen hay que buscarlo en dos de las grandes pasiones de Iris: la música y la literatura. «Lo de Eme es por la canción M de Los Piratas, pero también por la primera inicial de la protagonista de mi libro favorito», revela Iris en referencia a Marina Blau, el personaje del hermoso cuento infantil Marina de Carlos Ruiz Zafón.
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A Iris también le apasionan las fotografías surrealistas de Nicolás Bruno, los poemas de Marwan, la música de Ricardo Arjona, Andrés Suárez o Vetusta Morla... Y en general, todo lo que tenga que ver con el arte. «Tal vez es algo que me viene de mi familia, porque en mi casa siempre se escuchó mucha música y mi abuela me transmitió el gusanillo de la lectura», explica Iris, que también canta y escribe poesía, aunque todavía no ha publicado ni se ha atrevido a actuar en público. «¿Quién sabe? Tal vez algún día me anime y pruebe suerte», dice con ojos soñadores.
KIKO DELGADO
Criada en Caranza, un barrio que «imprime carácter», ahora tiene su hogar en Rubalcava y asegura que le encanta vivir en Ferrol, porque es «una ciudad bonita, tranquila, con unos alrededores impresionantes y en la que siempre te puedes encontrar con una cara conocida por la calle». Y al preguntarle por la aventura de emprender, responde con arrojo y valentía. «Ser autónomo es complicado, pero hay que arriesgar. Quiero ser mi propia jefa y trabajar siempre en lo que más me gusta y me hace feliz».
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