Cristina, la vitoriana amante de la moda que nunca sale de casa sin tacones y un bolso a juego

SARA LÓPEZ DE PARIZA

A Cristina Grisaleña siempre le ha gustado la moda, desde muy pequeña. «Cuando era niña, mi madre padecía una enfermedad degenerativa y casi nunca podía acompañarme a comprar ropa. Así que iba con mi padre, que odiaba ir de tiendas, pero no importaba, yo ya tenía claro lo que se llevaba y lo que me gustaba. De adolescente ya me iba sola y me compraba cosillas con la paga mensual», recuerda esta vitoriana, trabajadora de una Mutua de Accidentes. Más de 43.000 personas le siguen en la red social Instagram (@crisxtyle), donde comparte sus coloridos looks en los que nunca faltan un bolso a juego ni los tacones.

«Creo que tengo un estilo muy femenino y dicen que transmito elegancia en mi forma de vestir», reflexiona Cristina. «Una amiga mía me dice que convierto cualquier prenda corriente y barata en un producto de lujo al combinarla con estilo… Yo creo que exagera». Los bolsos son protagonistas en sus 'outfits', en su armario tiene más de treinta y aunque algunos ya son antiguos no quiere desprenderse de ellos. Para cada prenda, Cristina tiene el bolso perfecto. «Para mi día a día me gustan los 'shopping bags', y los fines de semana suelo usar más pequeños».

En sus fotos, es prácticamente imposible encontrarla con zapato plano. Y no es una pose, esta 'instagramer' asegura que usa tacones todos los días. «Creo que ya no sé andar sin ellos. Al trabajo suelo ir habitualmente en bici y voy con tacones y si voy caminando, que tendré unos 40 minutos, también. Tengo los pies de hierro». Entre los básicos que no pueden faltar en su armario están unos jeans ajustados y una camiseta blanca, además se declara fan de la combinación de ambas prendas. Rematada con unos buenos tacones, por supuesto. También le encanta vestir colorido.

Sobre sus 43.000 seguidores y cómo ha llegado a ellos, Cristina señala que «la constancia y subir contenido cuidado tienen mucho que ver». A eso hay que añadir la interacción con los seguidores para ir creciendo poco a poco. «He hecho grandes amigos y amigas. Incluso algún día que he publicado más tarde de lo habitual algún 'follower' me ha mandado un mensaje directo preguntando si me pasaba algo... Creo que lo que le gusta a la gente de mi cuenta es que soy una chica muy normal, no soy ninguna diva joven y perfecta, y se pueden sentir identificadas conmigo». No es perfecta, claro, pero cuida mucho su imagen. «Me encanta ir bien conjuntada. No puedo salir de casa de cualquier manera, ni siquiera para ir a comprar el pan».

Para hacerse las fotos, Cristina cuenta con un fiel ayudante que no es otro que su marido. «Me encanta hacerlas en el Casco Viejo porque es precioso, pero intento que sea en horas en las que no haya mucho tránsito», asegura. Y si tiene que quedarse con un lugar para retratar sus looks ese es la plaza del Machete, «tiene una luz especial». «Siempre hago las fotos los fines de semana porque entre semana no tengo tiempo y como hago varios looks en el mismo día me cambio en el coche. Menos mal que tiene los cristales oscuros», ríe 'esta influencer'.

¿Una tendencia que nunca te pondrías? «La ropa sin forma XXL, no me favorece nada». De hecho, si algún día opta por prendas más amplias suele hacerlo combinándolas con un cinturón o algún otro elemento que estilice su figura. En cuanto a belleza, las cejas anchas y pobladas que tan de moda se han puesto en los últimos tiempos es algo que tampoco va con ella. Tras la explosión de la pandemia, Cristina compra buena parte de sus prendas por Internet y es consumidora de tiendas como Zara, Stradivarius, Pull&Bear o Bershka. «Ya sé que esta última tiene ropa muy juvenil, pero es que aunque tengo mis años me gusta vestir así», nos cuenta esta madre. También confía en el comercio local, como Triummoda en Vitoria. «El trato es inmejorable y la realidad precio también».